Para los niños estudiando en casa, la motivación es el motor de arranque que se necesita para inspirar sus logros.
A ver, ¿quién no se siente más inspirado cuando es motivado?
Como esposos o padres, nos vemos más inclinados a seguir haciendo algo cuando nuestras parejas nos estimulan, nos animan o expresan su satisfacción y agrado por lo que estamos realizando, ¿no es cierto?
La motivación para nuestros niños estudiando en casa no será distinto.
La constancia, el amor y el interés construyen la autoimagen y la confianza del estudiante e inspiran al estudiante a un mayor éxito.
Al educar en casa, usualmente no seguimos el ritmo del régimen presencial tradicional, sin embargo, se deben establecer reglas para controlar al estudiante; no obstante, conviene tener precaución en la implementación de las reglas.
A menudo, los controles se implementan en forma de “perro guardián”, lo que puede transmitir al alumno el siguiente pensamiento “ten cuidado: tengo mis ojos puestos en ti”.
Pero involuntariamente, sin percatarnos podríamos estar comunicando a nuestros hijos una actitud de desconfianza que desalienta la autoconfianza de ellos.
Nuestros estudiantes en casa necesitan sentir nuestra confianza en ellos.
Una atmósfera de confianza se puede mejorar cuando sutilmente usamos expresiones de elogios y aprecio por su buen comportamiento, cuando les damos unas palmadas en el hombro, una sonrisa, cuando les pedimos que nos ayuden en alguna tarea o cuando usamos frases como “yo tengo confianza en ti”.
Dependiendo de la edad de los niños, hay actividades en las cuales ellos siempre nos querrán ayudar, como lavar el carro, lavar las mallas de la ventana, hacer un pastel, etc.
Muchas veces, la primera respuesta de nosotros es decirles que no, porque queremos hacerlo bien, o porque no deseamos que se dañe lo que estamos haciendo.
Pero justamente son esas algunas de las oportunidades que podemos usar para involucrarlos y hacer que sientan que les tenemos confianza.
De igual forma, nuestras expresiones de confianza, nuestros halagos, nuestras palmaditas en los hombros, pueden transferirse a actividades netamente de educación.
Un estudiante que percibe que se le tiene confianza tendrá la tendencia de actuar con mayor ánimo y motivación en consecuencia.
Por tanto, elogiemos, felicitemos, animemos y demos mucha motivación a nuestros hijos estudiando en casa para que desarrollen mejor su carácter.
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¿Por qué crees que la motivación estudiando en casa se nos hace difícil a veces? ¡Déjanos tus comentarios abajo!
