Los niños necesitan que se les facilite un entorno en donde puedan aprender basado en sus intereses.
Necesitan un entorno en donde se les dé el tiempo suficiente para involucrarse en los temas que les apasiona de forma profunda y 100% motivados.
Nosotros como familia que educamos en casa hacen seis (6) años, nos dimos cuenta del valor que tiene permitir que se dé este tipo de aprendizaje en nuestros hijos, sin embargo, sentimos muy personalmente que hay algunas materias que necesitamos planificar o seguir un plan de estudios o un currículo para ayudar a nuestros hijos a contar con las herramientas concretas bien consolidadas que les permitan abrirse camino profesionalmente en aquello que les apasiona. Por tanto, hemos visto en el Flexischooling ese camino.
El Flexischooling es una modalidad de educación en el hogar, en donde seguimos un plan de estudios para algunas materias, sin permitir que el contenido del mismo nos sature o domine.
El currículo, más allá de ser como un dictador, se convierte en un aliado para hacer que todo fluya de acuerdo a nuestros objetivos académicos.
De esta forma podemos invertir más tiempo en el desarrollo de aquellos intereses que tienen los chicos.
Un padre flexischooler no está del todo desescolarizado, aunque ha dejado de lado muchos criterios escolares, aun así guía y direcciona amorosamente a su hijo en el proceso de aprendizaje.
Por ende, busca siempre los mejores recursos escolares, las plataformas, los libros, los cursos, etc., de aquellas materias o áreas académicas que considera su hijo va a necesitar, aunque el niño no los solicite.
Como su nombre lo indica, esta modalidad es más flexible y relajada al educar en casa y en el mismo podemos realizar muchas actividades mediante el juego, tomar en cuenta los estilos de aprendizaje de nuestros hijos, estimular desde muy pequeños a los niños a ser autodidactas y tener el control de su aprendizaje, estableciendo metas y gestionando su propio tiempo, ya sea cuando estén en ese momento del día siguiendo un currículo o cuando estén sumergidos en sus intereses.
Al hacer Flexischooling, es importante tomar tiempo para investigar y analizar los diferentes currículos que se encuentran disponibles y optar por el que nos parezca más atractivo y llevadero para nuestros hijos y la familia entera.
Estos currículos, o actividades en las que el mismo padre guía al niño, usualmente son en español, matemática o inglés, pero esto es elección de cada familia.
Un padre flexischooler podría desear hacer pruebas o exámenes académicos para saber cuánto su hijo está aprendiendo y no hay problemas con aquello, ya que recordemos que esta modalidad aún mantiene ciertos criterios escolares, como lo son precisamente las evaluaciones.
Los padres flexischoolers que hacen su propio currículo, planifican ciertos temas, fijan objetivos y expectativas académicas flexibles y relajadas pero bien organizadas. Procuran respetar el ritmo de aprendizaje de sus hijos, sus intereses, aceptarlos y apoyarles, como también deben hacerlo todos los padres que educan en casa, independientemente del estilo que usen.
¿Y tu, qué piensas del método Flexischool? Nos gustaría leer tus comentarios.